domingo, 30 de agosto de 2009

Verano

Sigo tus pasos desde la penumbra hasta el olvido y tropiezo torpemente con la esquina de tu ombligo y de tus labios. Es verano. Y el silencio tosco de la flama, me derrumba y me supera. Tramo planes contra el sol, todos estériles y absurdos como restos de lo quemado. Sólo me queda esperar la noche. La noche, mi salvación.

Hay veranos que se precipitan sobre nosotros como la niebla al amanecer. Y tan inevitable como abruptamente nos desbordan. Lleno. Sol. Noche. Música. Rufus muy fuerte y a destiempo. Tanto como el Levante, que silba en las esquinas de tu pelo y me provoca. Vino, en exceso. Calor penetrante. Noches en vela, intencionadamente. Silencio. Sal. Y olor a sal. Sombra como vida temporal. Frío como recuerdo imposible. ¿Qué habrá sido del otoño...? Tiempo. Mucho y lento. Tractores que devoran la arena de la playa sin sentir. Vecinos insomnes como tus ojos. Piel roja, quebradiza y brillante. Gritos inconscientes de la hora, del momento y del después. Tintineo de estrellas a punto de llorar. Restos de todo y de ti. Sábanas como grilletes. Viento, pereza y quietud. Verano. Todo se rinde al verano. Las cosas, las horas, la casa. Todo. Todo menos tú.

martes, 18 de agosto de 2009

Nocturno

Son las doce. Acabo de llegar a casa. Copa ancha con un Lambrusco muy frío. Me encanta en verano. Enciendo mi Mac. Esto de escribir puede resultar algo frustrante. A veces no consigo expresar exactamente lo que quiero decir, ni tampoco lo que no quiero decir, pero siempre doy libertad a mis manos sobre el teclado para que sigan rítmicamente la disposición equilibrada de las letras y me lleven a expresar, lo que, en el fondo, ellas quieren. A veces dependo de un simple impulso, sólo de una sensación. No tiene por qué coincidir con lo que que pienso en ese momento. No se trata de ser perfecto, sino de expresar nuestros miedos, nuestros temores, lo que creemos y lo que no creemos, lo que no somos capaces de decir en una conversación íntima, lo que sólo somos capaces de confersar a nuestras manos, entregadas ante el teclado. Dejar escurrir con la velocidad del sudor que cae por tu espalda, todo lo que, desde mi corazón, viene directo a mis manos, sin escalas en la estación de la mente ¿Para qué pedir más? ¿Para qué exigirnos la concreción, la perfección expresiva de lo que escribimos? ¿A quien queremos impresionar? ¿A quien tememos decepcionar? No temo nada. Ya no temo nada.

Suena de fondo 'Love song for a vampire', de Annie Lennox... Buenas noches. Maravilloso verano...

viernes, 7 de agosto de 2009

Variaciones Goldberg

Para mi, no hay duda: J.S.Bach es lo más grande que ha dado la música hasta hoy. Cada una de sus obras es una catedral de dimensiones majestuosas. Comencé a estudiar piano obsesionado con su música, especialmente su obra para teclado y en concreto, con las Variaciones Goldberg, un encargo hecho al maestro por el conde Hermann Carl von Keyserlingk, para que en sus noches de insomnio, su clavicordista de corte, Johan Gotlieb Goldberg, le hiciese más llevadera su desesperante lucha con Morfeo. La obra consiste realmente en un único Ária, sobre el cual, se desarollan de una manera absolutamente pausada y deliciosa, treinta variaciones armónicas.

Ha sido interpretada por infinidad de pianistas, pero sin duda, Glenn Gould ha sido quien más y mejor ha sabido captar, gestionar y transmitir el espacio, el tiempo, las formas, la polifonía y los silencios de esta maravilla.

Una de dos: o el Conde von Keyserlingk tenía la misma sensibilidad musical que una zapatilla -cosa que dudo- o el encargo paliativo de sus noches en vela tuvo poco o ningún efecto. Ante algo de tanta belleza, uno puede hacer de todo. Todo, excepto dormir...

Feliz verano,

miércoles, 5 de agosto de 2009

Una decisión entusiasta

Salgo entusiasmado de mi trabajo. El sol del mediodía se pega a mi nuca y a mi espalda con ansia de tentáculo, cuando me dispongo a ponerme el casco. Lleva un par de días haciendo un calor especialmente fuerte y húmedo. Nada extraño. Lo propio de esta época del año. A las 14:00 h. la avenida de salida de Cádiz suele ser un hervidero de coches y autobuses tan atascados como desesperados por regresar a su destino. Opto por salir por el Paseo Marítimo que, aunque igual de lento, me ofrece el sugerente paisaje del mar y la playa atestada de veraneantes y visitantes que se encargan de recordarme muy mucho, que aun no estoy de vacaciones... La idea de coger las vacaciones casi en septiembre comienza a hacerse especialmente dura. Aun así, sigo entusiasmado. Salgo a la autovía y el aire cálido del mediodía, atrapado entre los suspiros negros de los autobuses, se vuelve algo más fresco por la velocidad. Me sigo recreando con el mar que me acompaña a ambos lados, enorme, permanente, estático... Y entonces me pregunto ¿por qué no? Llevo tiempo dándole vueltas a esa posibilidad, pero me impone y me refrena. ¿Me va demasiado grande? Pues en verdad creo que no. ¿Por qué no habría de poder? Vuelve a mi cabeza mi blog, en gran medida culpable de estas ocurrencias mías. De espejo y recipiente de mis emociones y reflexiones, se ha ido transformando poco a poco en una plataforma de ensayos, en la mesa de mis propias operaciones a corazón abierto y descubierto.... De las ideas que no expongo pero que guardo con celo para posponer con prudencia su alumbramiento. De lo que no escribo, que, muy probablemente, sea incluso más importante que lo que escribo. Y entonces decido: Voy a comenzar a escribir una historia. Será genial...!!! Inmediatamente, me acuerdo de mi conversación con Eva sobre la forma, estructura, mapa de personajes, sobre la importancia de responder a todas las 'w' que decía Espido Freire: what, where, when, who, why... No sabes cuánto te lo agradezco Eva!!! Me sorprendo a mi mismo hablando en voz alta sobre la idea. Me entusiasma. Me ilusiona tanto que, ante la perplejidad de más de un conductor, me pongo a cantar!!! Vuelvo a casa, en mi moto. Es verano, es mediodía y vuelvo cantando, porque he decidido comenzar a escribir... A ver qué pasa. Ya te contaré...

domingo, 2 de agosto de 2009

Ver para creer

A veces la vida dice no, pero al final, termina diciendo sí.

Los sábados por la noche, sólo salen cosas así:

Si no fuera por tu boca, no creería en la maravilla de los besos,
por mucho que los echen con las manos,
por mucho que se escriban en las cartas,
por mucho que describan el deseo...

Buenas noches...


viernes, 31 de julio de 2009

Penyscola...

Viajar, ummm viajar... Viajar es la maravilla, es la única posibilidad real que nos ofrece la vida de renacer, de ser otro, en otro tiempo y en otro lugar. De ser desconocido y de no conocer. De descubrirlo todo porque todo está por descubrir. De deslumbrase con lo distinto. De imaginar cómo será la gente de allí, cómo vivirán a dirario. De querer quedarnos y saber que no podemos. De zarandear nuestras fantasías... De planear y vernos en el trayecto. Es algo mágico.

Penyscola es uno de esos lugares a los que uno entrega su corazón de inmediato y su devoción para siempre. Penyscola es los trocitos cristalinos del reflejo del sol en el mar al atardecer y las fotos con postre de Eva; los huecos de la calle estrecha por la que el silencio transita y empapa las esquinas y las puertas, para que el espacio y el tiempo no se alteren ni distraigan; es los calamares a la romana de 'El Raconet de Ca Deu'; es el olor a mediterraneo en calma y el anticipo de Ítaca; es los geranios en los arriates de los balcones y la perplejidad que produce un castillo que nace y muere en el mar; es el balanceo equilibrado de tus hombros al andar y la nostalgia de pensar en su presencia. Penyscola es la pacífica sensación de lo sereno, del placer de caminar...

Debe ser preciosa. No la conozco, pero tus relatos permiten a mi imaginación asegurar que será tal y ccmo la creo. Aun no he estado, pero me prometo estar...


miércoles, 29 de julio de 2009

Nana (Lullabye)

Hay canciones que nos hacen tocar el cielo con los dedos y nos reconcilian con la intimidad de nuestro pobre corazón. Lullabye, de Billy Joel, es una de esas. Un día, su hija Alexa, de 7 años, le preguntó a dónde vamos cuándo nos morimos. Él se quedó perplejo y le dijo que cuando morimos, una parte de nosotros se queda para siempre en el corazón de nuestros seres más queridos. Que, aun cuando él muriera, nunca la dejaría; que siempre permanecería en su corazón. Así fue como le compuso esta nana, Lullabye. La he traducido porque me ha movido de sitio el corazón. Es preciosa. Dejo el link del video por si la quereis oir. Gracias Billy. Y gracias Eva, por recordármela...

http://www.youtube.com/watch?v=LraZEoRnkPc

Lullabye (Nana)

Buenas noches mi ángel, hora de cerrar los ojos
y dejar estas preguntas para otro día,
creo que sé lo que has estado preguntándome,
creo que sabes lo que he estado intentando decirte.

Prometí que nunca te dejaría
y deberías saber
que donde quiera que vayas,
no importa dónde estés,
nunca estaré lejos

Buenas noches mi ángel es hora de dormir
y todavía tengo tantas cosas que decirte,
recuerda todas las canciones que cantaste para mi
cuando fuimos navegando por una bahía de esmeralda.

Y como un bote sobre el océano,
te mezo para que te duermas,
el agua es oscura y profunda,
dentro de este viejo corazón,
siempre serás parte de mi.

Buenas noches mi ángel es hora de soñar,
sueña con lo maravillosa que será tu vida,
algún día tu niño llorará y si tú le cantas esta nana,
entonces en tu corazón siempre habrá una parte de mi.

Algún día todos nos habremos ido,
pero las nanas seguirán,
nunca morirán,
así es como tú y yo
permaneceremos...